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Es un sueño que veíamos lejano, pero que hoy se vuelve realidad
16 de Septiembre del 2022
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María y sus tres hijos recibiendo las llaves de su vivienda

18 familias recibieron las llaves de su vivienda en el mes de agosto.

Tener techo propio es un deseo que trasciende fronteras; para los venezolanos Liveydis y Robert, se trataba de “un sueño que veíamos lejano, pero que hoy se vuelve realidad”. Hace seis años llegaron a Uruguay, pero “teníamos miedos porque somos inmigrantes, pero nos han tratado sin ningún problema y nos han recibido con los brazos abiertos. Gracias a la Agencia que nos atendieron de maravilla”.
Se mudarán a una vivienda de dos dormitorios en Malvín Norte, “tenemos dos habitaciones y está bueno porque ya tenemos cuarto para las niñas. Si bien es un cambio de barrio, seguro nos adaptamos, ya nos adaptamos a Uruguay que era un cambio más grande”, afirmaron entre risas. 

También implica un cambio de barrio para Verónica y Mario; ambos se mudarán a una vivienda de tres dormitorios en Malvín Norte. Aprovecharon la instancia para destacar los requisitos de los llamados que realiza la Agencia Nacional de Vivienda (ANV): “nos mudamos nosotros dos, que es lo que valoramos mucho de la Agencia, si bien muchos llamados te piden tener hijos, nosotros no teníamos y nos dieron esta oportunidad”

Con respecto a las condiciones de los llamados, Josué y Abril repararon en el ahorro previo exigido. “Estuvimos dos años buscando la forma de poder adquirir una casa propia y por todos lados teníamos que tener mucha cantidad de ahorro previo y cuando me enteré de que hacían llamados y que el ahorro previo exigido era accesible para nosotros nos inscribí”. Ellos vienen desde Venezuela y hace más de cinco años viven en Uruguay “para nosotros ha sido toda una aventura, un país que nos abrió las puertas de muchas posibilidades, comenzamos de a poco y nos fuimos poniendo metas a medida que iba pasando el tiempo y ésta era una de las principales porque ahora sí es el momento de agrandar la familia”, expresaron con alegría.

María Valeria estaba embarazada cuando decidió probar suerte, “el día que se hacía el sorteo justo estaba entrando al quirófano. Después de que salí, me voy a fijar los resultados y cuando vi mi nombre no lo podía creer. Teniéndolos a ellos y estando sola era la única solución a nivel habitacional que teníamos porque ya el alquiler era imposible”. Valeria y sus tres hijos, se mudarán a Malvín Norte, barrio en el que también viven sus padres, “definitivamente estaba para nosotros”, afirmó.

Malvín Norte también recibirá a Andrea y a su hijo Agustín, que cambian de barrio, pero con la convicción de que “no hay nada como estar pagando la casa propia. Además, voy a tener de vecina a una hermana de la vida, a mi mejor amiga”. María Fernanda y Carlos vivían en Ciudad de la Costa; para ellos también implicó un cambio mudarse para Malvín Norte, sin embargo, “trabajamos en Montevideo los dos, ahora estamos más cerca del trabajo y las amistades las tenemos acá entonces trasladamos todo a donde estamos”.

Stéfani y Agustín tampoco conocían el barrio, “solo conocíamos la zona de pasada, pero no vivimos por ahí, en ese sentido es un cambio, pero lo vemos lindo, la zona nos gusta y hay muchas cosas lindas en los alrededores. Vamos a estar pagando algo que es de nosotros, eso principalmente”. Se mudarán a una vivienda de dos dormitorios en Malvín Norte con su pequeña Eimy.
Lo mismo le sucedió a Melina, “me voy a Euskalerria 70, no conocía, pero sí fui por este tema y me encantó, la verdad es que los apartamentos son preciosos. Me pareció una zona súper segura, re bien cuidada, un lugar precioso para vivir”.

Rafael ya vivía en el barrio, próximo al Parque Rivera, pero quiso probar suerte y comprar, por sus propios medios, una vivienda. “Hace un año me fui de lo de mis padres y empecé a buscar vivienda, me avisó mi madre del llamado, me anoté y salí sorteado. Increíble la verdad, estoy re contento”. Se mudará a una vivienda de dos dormitorios con su hermano.

Néstor y Alejandra, por su parte, también conocían la zona, “porque vivimos cerca dentro del mismo barrio. Nos mudamos a Euskalerria 92, con nuestros hijos que son mellizos. Estamos felices, porque desde que nos casamos, hace 23 años, buscamos tener una casa. ¡Ahora se nos dio y no lo podemos creer!” 

Continuaron las entregas durante el mes de agosto y ésta vez fue el turno de Yelitza, que vino a Uruguay hace dos años desde Venezuela y que ya auguraba la compra de su vivienda propia. “Me estaba mudando de una casa a otra y dije 'esta vez va a ser la última vez que me mude, la próxima vez que lo haga va a ser para mi casa' y esa misma semana me llamaron de la ANV para decirme que podía elegir vivienda. Fue la emoción más grata del mundo, no sé lo que viene ahora, pero de verdad estoy agradecida con Uruguay”. Yelitza se mudará a un apartamento de un dormitorio en Casavalle, “es un complejo pequeño, pero no importa, va a ser mío a largo plazo y eso es lo importante. Ya no tengo que estar con la angustia de qué voy a alquilar, en dónde o si se me vence el contrato”.

Será su vecina Paola, que también se mudará para Casavalle con sus dos hijos. ”Tenía un subsidio que me lo sacaban este año. Y me anoté al llamado, pero nunca me imaginé que iba a salir sorteada, es una bendición”.

Próximo a Casavalle, en el barrio Conciliación, Joaquín se anotó por primera vez a un llamado de la ANV, pero “fue de pura suerte en realidad. Venía por una regularización de una vivienda de mi abuela y vi que había un llamado y me anoté. Ahí empezó todo, como consecuencia de otra cosa, nunca me hubiera acercado si no hubiera sido por el apartamento de mi abuela, inesperado”. Joaquín se mudará al mismo complejo habitacional en Millan y Lecocq, “conocía la zona de chiquito porque mi abuela vivía ahí”.

Joel corrió con la misma suerte que Joaquín, pudo quedarse en el barrio en el que vivía, pero ahora comprando su casa. “La vivienda es en Colón, ya conocemos porque alquilamos por ahí. Salí sorteado en segundo lugar, descargué el pdf de los resultados como cuatro veces porque no lo creía. Somos de Venezuela, yo llegué hace tres años aquí, mi madre llegó en diciembre con la casa bajo los brazos, todo un logro”.

Cinthia y Wilson, salieron favorecidos por segunda vez en el sorteo. “Esta vez en modalidad canje, estábamos viviendo en una casa de un dormitorio en Cerrito y ahora nos vamos a una de dos dormitorios en Villa Española. Estamos contentos porque la casa más amplia y tenemos más comodidad para los dos”.

Nadya y Diego, por su parte, se mudarán fuera de la capital del país, a una vivienda de dos dormitorios en La Paz, Canelones. “Conocemos la zona porque tenemos familia, pero somos de Montevideo, conocemos ahí porque vamos seguido, por eso decidimos ir para ahí”. También se irán a Canelones, Sabrina y Marcelo, quienes venían buscando casa desde que están juntos. “Desde que empezamos a planificar nuestro futuro juntos siempre fue el sueño de la casa propia, era un proyecto a buscar en familia. El sorteo justo fue el 31 de diciembre del 2021 para comenzar el año bien, así que es una etapa cumplida y el inicio de otra. Nos mudamos al mismo complejo en donde vivimos, así que ya conocemos el barrio, es en Ciudad de la Costa, en Solymar Norte”.

También recibieron las llaves de su nuevo hogar Noelia y José. Se mudarán a una vivienda de cuatro dormitorios en el departamento de Florida. Con esta entrega, ya son más de 120 las familias que comenzaron a pagar su casa propia en el 2022, gracias a la ANV.


 

La ANV es una institución integrante del Sistema Público de Vivienda, liderado por el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial