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“Esto es un regalo del cielo”
12 de Agosto del 2022
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Adjudicatarios recibiendo las llaves de su vivienda

En julio, 19 familias lograron el sueño de la casa propia.

En el día de su cumpleaños, María Laura fue citada en casa central de la Agencia Nacional de Vivienda (ANV) para recibir las llaves de su nuevo hogar. “Es el mejor regalo que puedo tener, esto es un regalo del cielo”, expresó emocionada. Además, hizo hincapié en la celeridad de la adjudicación de la vivienda “fue todo súper rápido, el 22 de junio vine a elegir la vivienda y dos semanas después ya tengo mis llaves, estoy feliz”, culminó. María Laura se mudará con su hijo a una vivienda de tres dormitorios en Malvín Norte.

Al barrio también se mudarán Gabriela y Luis; para ellos dejar Venezuela no ha sido fácil, sin embargo, “ya vamos para cuatro años acá (Uruguay) y la verdad hemos avanzado mucho”. Se inscribieron al llamado porque su hermana obtuvo una vivienda a través de la ANV y quisieron probar suerte. “Mi hermana ya salió sorteada y está viviendo en Malvín Norte, así que ahora vamos a estar cerquita”, afirmó entusiasta.

Charles, Yaneila y su hija Sofia también vinieron de Venezuela hace cuatro años y vivirán en Malvín Norte. Era el tercer llamado al que se anotaban y, de hecho, “ya habíamos perdido la esperanza de salir sorteados, porque no quedamos entre los titulares y nos sorprendió muchísimo cuando nos llamaron para decirnos que habíamos quedado seleccionados. Ahora vivimos en Villa Española, es un cambio de barrio, pero vamos a estar pagando algo nuestro”.

Tendrán de vecinos a Verónica, Matías y a sus hijos Evangelina y Bautista que ya vivían en la zona, pero que se anotaron al llamado para permutar su vivienda por una más grande. “Es un canje. Vivíamos en el CH 71 y nos vamos al 70, así que nos quedamos en la zona. Es ganar calidad de vida y comodidad porque ahora vamos a tener un cuarto más”.

Douglas es otro de los adjudicatarios que ya conoce el barrio porque vive a diez cuadras de Euskalerría. Hizo énfasis en la sencillez del trámite y reflexionó sobre la franja etaria y los créditos hipotecarios. “Las personas cuando pasamos los 45 años tenemos más problemas para acceder a un crédito y acá tuvieron la gentileza de facilitármelo; fue bastante más sencillo de lo que pensé”, culminó.

Yasmín y Brian, por su parte, también reflexionaron sobre el acceso a la vivienda en el país. “Queríamos comprar, pero vimos que es re difícil, los préstamos hipotecarios te mataban o te pedían un ahorro grande y este llamado era re accesible, se nos hizo mucho más fácil”, afirmó Yasmín. “Nos mudamos al Euskalerría 92, mi mamá vive en el complejo de al lado, se podría decir que ya somos del barrio”.

Lo mismo le sucedió a Ernesto, se siente parte del barrio porque se crió en Malvín. “Esto es un recomenzar en realidad, me separé hace un año y empecé a buscar casa. Me anoté a todos los sorteos que encontré hasta que me llamaron de acá para decirme que podía elegir una vivienda”.

Los últimos en recibir las llaves de su vivienda en Malvín Norte fueron Gerardo, Esthela y su hijo Lucas. Si bien éste último, ya conoce el barrio, para sus padres es un cambio porque “estamos contra Canelones, por Camino Carrasco, más en el campo”. Sin embargo, aclaran que “nos adaptamos donde sea, estamos felices. El techo, en el futuro les queda para ellos”.

Dayana, por su parte, también prioriza la felicidad de su hijo por esa razón, luego de salir favorecida en uno de los llamados que realiza periódicamente la ANV, eligió una vivienda dentro del complejo en Millán y Lecoq. “Es la primera vez que este complejo está dentro de las opciones y ahí viví 10 años y crié a mi hijo, así que el destino me vuelve al mismo lugar. A mí la verdad me mata porque me queda recontra lejos del trabajo (…), pero sé que la oportunidad lo re vale: dejar de pagar alquiler y criar a los chiquilines en ese entorno tan de barrio, que todos se conocen, que juegan al aire libre como jugábamos nosotros”, reflexionó.

Al mismo complejo, en el barrio Conciliación, se mudarán Antonella y Nicolás, que tuvieron suerte de principiantes al salir sorteados en el primer llamado al que se inscribían. “Fue al primero que nos anotamos y quedamos; estamos cerca de donde vivimos actualmente, así que felices”.

Pablo ya vivía en el complejo así que el cambio, en su caso, radica en el título de la propiedad. “Me mudo al complejo Millan y Lecocq, ya lo conozco, vivo ahí en el mismo, la misma calle y todo. Hace un tiempo buscaba un llamado como éste, que fuera pagable comprar una vivienda. (…) En una semana nos mudamos, es buenísimo porque no tengo que conocer a los vecinos, ya los conozco a todos”.

La misma suerte corrieron Ana y Ruben al obtener su vivienda en el mismo barrio de siempre. “Nos quedamos en el barrio, en Colón, toda nuestra vida está ahí en la zona. El cambio importante es que vamos a estar pagando algo nuestro”.

Más al sur, el Cerrito de la Victoria se va poblando con nuevos adjudicatarios. Nélida será la titular de una vivienda de tres dormitorios, que compartirá con cuatro integrantes de su familia: Brian, Alexis, Juanfran y Martín. “Es un cambio de barrio, pero nos queda todo más o menos cerca, el trabajo, el liceo de los chicos, la escuela de los nenes. (…) Vamos a estar pagando algo, que con el tiempo va a ser nuestro”.

Al barrio también se mudarán, Natalia y sus hijos Nicolás y Santiago. “Nos mudamos a Cerrito de la Victoria, ya conocemos la zona, vivimos relativamente cerca. Nuestra casa soñada de años, es una gran bendición”, expresó emocionada.

Y es que la emoción es el denominador común de las familias que acuden a la ANV para recibir las llaves de su nuevo hogar. “Me llamó llorando para avisarme que habíamos salido terceros; yo estaba en el interior trabajando, no lo podíamos creer”, afirmó Eric que se mudará a La Teja junto a Claudia y sus tres hijos. “Vivimos a seis cuadras de ahí. Nuestros hijos están felices porque van a tener un cuarto para cada uno, hasta ahora compartían cuartos los tres”.

La felicidad también llegó al interior de la mano Ashelen. Con la premisa de un “no pierdo nada con anotarme”, cumplió con el sueño del techo propio. “Esto es similar a un alquiler solo que uno sabe que va a hacer de uno, creo que eso es lo fundamental. Yo lo veo como una oportunidad, ahora que estoy con la posibilidad laboral de poder cubrir esa cuota y de que no tengo hijos, el momento para hacer esto es ahora”.

Al noroeste del país, Álvaro y Wendy obtuvieron las llaves de su vivienda de un dormitorio. “Somos cubanos y llegamos a Uruguay hace siete años. Vivíamos en Montevideo hasta principios de este año que un amigo nos convenció de venir a vivir a Rivera”.  Ellos tuvieron la suerte de salir sorteados en el primer llamado al que se inscribían y se mudarán junto a sus hijos Isabella y Tiziano.

En Rocha, Elena y Kevin se convirtieron en adjudicatarios de una vivienda de tres dormitorios y en el departamento de Soriano, más precisamente en Mercedes, Lizet recibió las llaves de su vivienda de dos dormitorios que compartirá con su madre y su hijo. 

La ANV es una institución integrante del Sistema Público de Vivienda, liderado por el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial